Saturday, July 3, 2010

Si empiezas a transitar a través de síntomas de ansiedad, esto es lo que tiene que hacer!

En primer lugar, debemos descartar cualquier posibilidad de una enfermedad orgánica mediante la realización de un análisis médico adecuado. Una vez que se determina que el origen de estos síntomas tiene una causa psicológica, se debe llevar a cabo una reflexión honesta sobre el tipo de vida que uno está tomando, después de todo, todo lo que queremos es superar los ataques de pánico. Más importante aún que la anterior es la forma en que va a enfrentar los problemas en general. Usted debe evitar cualquier anticipación o pensamiento acerca de la ansiedad, que es una causa importante de conservar y aumentar esta sensación, que, a su vez, conduce a una aún mayor inseguridad. Trate de actuar con naturalidad, cuanto más se cumpla cualquiera de los signos de ansiedad, más probable es que va a suceder. A veces, las primeras señales del inicio de una crisis de ansiedad a menudo se presentan como una pequeña sensación de hormigueo en sus manos. Esto significa que hay un exceso de oxígeno provocada por la hiperventilación, como ya se explicó en un artículo anterior. En este momento, la respiración diafragmática es una buena opción para superar los ataques de pánico. Consiste en respiraciones lentas, reteniendo el aire inspirado y dejar que se fuera lo más lentamente posible. Lo ideal sería que uno debe hacer respiraciones profundas, observando el volumen abdominal a aumentar, mantenga el aire dentro de un rato, y suavemente lo expulsara de inmediato, de modo que la espiración dura el doble que la de la inhalación. A veces se puede usar una bolsa de plástico para respirar dentro de ella, así que después de unos minutos de repetir esta acción, se baja el nivel de oxígeno en el cuerpo y los sentimientos hormigueo desaparezca. Otro síntoma que normalmente expone los ataques de pánico es una sensación repentina de pérdida de equilibrio, mareos o inestabilidad. En estas situaciones, se recomienda no llamar la atención sobre nuestros cuerpos, sino en nuestro entorno. Por ejemplo, dirigiendo su vista a algo lejano, y tratar de identificarlo, puede ayudar a restaurar o mantener el equilibrio. El objetivo es concentrarse en otra cosa que en nuestro cuerpo con el fin de superar los ataques de pánico.